El mercado está viviendo una fase de evolución normativa muy importante que afecta a quienes venden algunas categorías de producto tanto a través de Amazon como mediante otros canales.
Las modificaciones a las reglas sobre la responsabilidad ampliada del productor, de hecho, son un cambio estructural en la forma en que las empresas deben gestionar el ciclo de vida de sus productos, con particular atención al impacto ambiental y a la eliminación.
Para los vendedores que operan en Amazon, las nuevas disposiciones son también una oportunidad para alinear su propio negocio a estándares más sostenibles. Y, además, operar con mayor transparencia en el mercado.
Compartamos juntos algunas reflexiones sobre este tema y cuál es su impacto en los vendedores.
Qué productos se ven afectados por las nuevas reglas
El alcance de las nuevas reglas implica un amplio abanico de categorías de mercancías, cada una con sus propias especificidades. Los RAEE, los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, son sin embargo probablemente la categoría más relevante para muchos vendedores de Amazon, considerando la naturaleza tecnológica de gran parte de los productos comercializados online.
Otra área crítica está constituida por las baterías, dada su presencia en innumerables productos de uso cotidiano. Entran en las categorías sujetas a regulación también los embalajes, aunque con algunas exenciones para las microempresas, que profundizaremos. Neumáticos, aceites y polietileno completan el cuadro normativo, afectando a sectores relevantes para quien opera en el comercio online con una gama diversificada de productos.
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Qué plazos hay que respetar
El 31 de diciembre de 2025 es la primera cita para quien comercializa aparatos eléctricos y electrónicos. Para esta fecha será de hecho necesario haber completado tanto la gestión como la declaración de las ventas de RAEE realizadas durante el año.
La segunda fecha a marcar en el calendario es la del 30 de marzo de 2026, que afecta a un grupo más amplio de categorías de producto. Baterías, embalajes, neumáticos, aceites y polietileno deberán ser objeto de registro y declaración antes de este plazo.
Los tiempos son por tanto bastante ajustados, sobre todo en lo que concierne a los RAEE.
La necesidad de concentrarse en los RAEE con máxima prioridad
También en virtud de los plazos anticipados para los RAEE, emerge cómo el legislador ha querido poner la máxima atención hacia esta categoría. Por otra parte, cuando un vendedor introduce en el mercado aparatos eléctricos o electrónicos, asume automáticamente la responsabilidad de su fin de vida. Contribuye además financieramente a los sistemas de recogida y reciclaje. El principio invierte en cierto modo la lógica tradicional según la cual la gestión de los residuos era exclusivamente un problema público o del consumidor final.
Para quien vende en Amazon, entender si un producto entra en los RAEE significa por tanto analizar atentamente el propio catálogo. Contrariamente a algún análisis superficial, de hecho, entran en este ámbito no solo ordenadores o smartphones. Son atribuibles a tal categoría también productos aparentemente inofensivos como pequeños dispositivos LED, cargadores, relojes digitales o juguetes electrónicos.
La definición es por tanto muy amplia y comprende prácticamente todo lo que para funcionar necesita corriente eléctrica o baterías, haciendo de la verificación del catálogo una operación potencialmente compleja para quien comercializa cientos o miles de ASIN.
Cómo adaptarse a las nuevas disposiciones
La adecuación a las normas EPR requiere como primer paso el análisis detallado del propio negocio. El paso inicial consiste de hecho en examinar categoría por categoría qué productos del propio inventario están sujetos a las obligaciones de responsabilidad ampliada. Una fase de auditoría interna que es fundamental, porque determina la entidad de los cumplimientos sucesivos y puede revelar áreas del negocio hasta ahora no consideradas bajo el perfil normativo ambiental.
Una vez identificadas las categorías relevantes, el paso siguiente es la gestión ante las organizaciones encargadas de la gestión de los sistemas de responsabilidad del productor. Cada categoría tiene sus entes de referencia y obtener el número de registro EPR se convierte en un paso obligatorio para continuar operando legalmente en el mercado italiano. Para los aceites minerales, por ejemplo, el procedimiento pasa directamente a través del CONOU, mientras que para las otras categorías existen diversos consorcios y sistemas colectivos entre los que elegir.
La declaración de las ventas y el pago de las contribuciones ambientales son una actividad recurrente que debe ser integrada en los procesos empresariales. Las contribuciones no son impuestos en el sentido estricto del término, sino que son una cuota parte que cada productor paga para financiar los sistemas de recogida y reciclaje. El cálculo de las contribuciones depende de la tipología y del volumen de los productos comercializados. Se hace así necesario un sistema de seguimiento de las ventas por categoría de mercancía y destino geográfico.
El representante autorizado para los vendedores extra-UE
Para los vendedores que no tienen una sede física en Italia, la normativa prevé la posibilidad de nombrar un representante autorizado. La figura asume un papel central porque se convierte en la interfaz entre el vendedor y las autoridades italianas. Gestiona los cumplimientos administrativos y garantiza la conformidad con las normativas locales.
Considérese que el nombramiento de un representante no es siempre obligatorio, pero se vuelve particularmente importante para quien opera desde el extranjero y no tiene la estructura o las competencias para navegar autónomamente el sistema normativo italiano.
Además, el representante autorizado no se limita a actuar como intermediario burocrático. Puede en cambio proporcionar asesoramiento especializado:
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sobre la correcta clasificación de los productos
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sobre la elección de los consorcios más adecuados
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sobre la optimización de los procesos de declaración.
En general, para muchos vendedores de Amazon internacionales que sirven al mercado italiano, confiar en un representante local es la solución más eficiente para garantizar la conformidad sin tener que desarrollar internamente competencias específicas sobre el sistema EPR.
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La exención para las microempresas en el sector de embalajes
Como se anticipó, existe una importante excepción que afecta específicamente a los embalajes. Las microempresas que:
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emplean menos de diez empleados
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registran una facturación o un total de balance inferior a los dos millones de euros
pueden de hecho beneficiarse de una exención de las obligaciones relativas a los embalajes. Una disposición dirigida a agilizar las actividades de las realidades empresariales más pequeñas. Realidades para las que las cargas ligadas a la gestión de los embalajes podrían resultar desproporcionadas respecto a las dimensiones del negocio.
Sin embargo, es fundamental verificar atentamente si se entra efectivamente en los parámetros de la exención. Los criterios son de hecho acumulativos. Es decir, deben cumplirse simultáneamente tanto el límite sobre el número de empleados como el de la facturación o balance. Además, la exención afecta exclusivamente a los embalajes. No se extiende por tanto a las otras categorías de productos como RAEE, baterías o aceites. Para estas, las obligaciones permanecen independientemente de las dimensiones empresariales.
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Qué implicaciones para el negocio de los vendedores en Amazon
La introducción de estas nuevas obligaciones EPR se inserta evidentemente en un contexto de progresivo endurecimiento de las normativas ambientales. Quien vende en Amazon debe interpretar estos cambios ciertamente no como un obstáculo. Sino más bien, como parte de una transición hacia modelos de negocio más sostenibles. Modelos que, en el medio-largo plazo, son una clara ventaja competitiva. Los consumidores están de hecho cada vez más atentos al impacto ambiental de sus compras. La capacidad de demostrar conformidad y responsabilidad ambiental puede por tanto transformarse en un elemento de diferenciación en el mercado.
Recordemos además cómo la tempestiva conformidad a las obligaciones EPR puede prevenir problemas mucho más serios que las sanciones económicas. La propia Amazon requiere cada vez más frecuentemente evidencia de la conformidad normativa de los vendedores. Por tanto, la falta de registro EPR podría llevar a la suspensión de la capacidad de vender determinadas categorías de productos. Invertir tiempo y recursos en la adecuación hoy es por tanto una receta útil para proteger la continuidad del propio negocio mañana. Se podrán así evitar interrupciones operativas que podrían tener impactos significativos en los ingresos.

